Cárdenas -
Entrar | Registrarse

Familia y depresión

En la actualidad las sensaciones de impotencia que las personas experimentan día a día como consecuencia de los problemas económicos, políticos o sociales y, en general, el estrés y el estilo de vida al cual nos enfrentamos, son varios de los elementos que justifican el aumento de las depresiones.

La familia y los amigos


Los que rodean a un deprimido también sufren. Generalmente no entienden lo que está pasando, dado que aparentemente no hay motivo para el estado del enfermo. Es esencial la adopción de una actitud comprensiva y abierta, recordemos que el deprimido suele tener una especial sensibilidad para las situaciones tristes, siendo incapaz de ver las positivas.

Es inútil pedirle a un deprimido que nos explique lo que le pasa, no podrá hacerlo. Si se insiste en ello, lo único que se conseguirá, es convencerle más de que no se le entiende, y en algunos casos irritarle. Tampoco se debe pretender que vea la realidad con objetividad, no podrá. Hay que entender que no está así por su gusto. Que no servirá de nada que le digamos que se anime o que se involucre en actividades. Lo que suponga un esfuerzo no está al alcance de su mano. Según la gravedad, hay cosas que no puede hacer, como divertirse, por mucho que otros se empeñen, ir a trabajar, viajar, leer, ver televisión o ir al cine. Estos suelen ser consejos que el deprimido no está en condiciones de seguir.

Lo mejor que pueden hacer las personas que se encuentren cerca de un deprimido, es transmitirle el sentimiento de que se les quiere y de que se tiene interés en ellos, sin agobiarles, y manteniendo una actitud de espera activa, convencidos de que saldrá de su situación. Simultáneamente a lo anterior, deben tratar de que el enfermo acepte la ayuda especializada de un psiquiatra y de un psicólogo.

Estrategias de manejo familiar


Cuando un ser querido está experimentando síntomas de depresión, debemos aprender acerca de la depresión y sus efectos, ayudar a comprender lo que está ocurriendo y desarrollar y utilizar estrategias para hacerle frente. La siguiente lista del Dr. Kelsey, del Departamento de Ciencias de la Conducta de la de la Universidad de Amory, Georgia, en Estados Unidos, sobre "cosas que se deben hacer" y "cosas que no se deben hacer" ofrece un punto de partida.

Lo que se debe hacer


Mantener una hora regular para acostarse y levantarse en la mañana. Reducir o eliminar la ingestión de cafeína. Dormir en una habitación fresca. Evitar ejercicios extenuantes antes de acostarse y usar la cama sólo para dormir o tener sexo, no leer, mirar TV o trabajar en ella. Luego tratar de tomar opciones saludables, como hacer ejercicio regular y vigilar la ingestión de alimentos sanos. Muchas personas con depresión presentan reducción del apetito. En estos casos, una nutrición apropiada resulta vital, otros experimentarán antojos por alimentos tales como chocolates o carbohidratos, y quizá pueden sentirse luego culpables tras haber abusado con estos antojos.

Otro aspecto consiste en comprender que las personas deprimidas tienen una perspectiva negativa. Los miembros de la familia necesitan comprender esto y tratar de hallar maneras para manejar la frustración que probablemente aparezca de vez en cuando.

Cuando la depresión reduce la capacidad de una persona para funcionar en el hogar, los miembros de la familia pueden tener dificultades para ajustarse. Algunas veces puede resultar útil relajar las normas domésticas de mantenimiento de la casa. El cónyuge o los hijos pueden hacerse cargo de algunas tareas domésticas adicionales.

Es importante reconocer que también los miembros de la familia están pasando por un período de estrés. Estos no deben sorprenderse si se sienten más fatigados o irritables, la depresión en la familia aumenta el nivel de estrés. Esto hace sumamente importante que los miembros de la familia tomen su tiempo para atenderse a sí mismos. Finalmente, la familia debe reconocer que la persona está enferma y que el tratamiento es prioritario, además de discutir abiertamente con el especialista el progreso y los efectos del tratamiento.

Lo que no se debe hacer


No excluir a la persona deprimida de los asuntos o discusiones familiares. No tratar de hacer todo por la persona con depresión, aunque pueda parecer la mejor manera de ayudar. Si bien la persona deprimida puede ser incapaz de hacer muchas cosas, aceptar algunas responsabilidades puede mejorar su autoestima. Un signo de advertencia en cuanto a tratar de hacer demasiado podría ser decir: "No. Yo lo haré", especialmente después que la persona deprimida ya haya empezado la tarea. Tratar de dar a la persona deprimida por lo menos la posibilidad de completar la tarea es lo más recomendable. No criticar o culpar a la persona por su conducta deprimida. No esperar que la persona resuelva su problema sola. Evitar la ingesta alcohólica.

Otro aspecto fundamental es el no tener temor de hacer preguntas. Con la depresión, muchas personas necesitan aprender por primera vez en sus vidas a preguntar y aceptar ayuda externa. Un médico, psicólogo, hospital, Internet, biblioteca o grupos locales de apoyo son buenas fuentes de información sobre depresión.

Con relación a las parejas, en especial, es fundamental no tomar decisiones vitales importantes, como casarse o divorciarse, cambiar de empleo o mudarse, durante una afección depresiva si es posible evitarlo. Y por último no deben tratar de arreglarse todos los malos hábitos durante la recuperación de la depresión. A medida que los síntomas de la depresión mejoran y el individuo se siente bien con los cambios significativos que está haciendo en su vida, la persona deprimida tiene una tendencia normal a sentir que también sería buen momento para dejar de fumar o abandonar algún otro hábito no saludable. De manera que es fundamental que la familia se integre y comprenda la situación del paciente depresivo, de manera que juntos puedan hacer más llevadero este trastorno.

Regístrate ¡es Gratis!