Autoridades sanitarias de Reino Unido confirmaron hoy miércoles un nuevo brote de fiebre aftosa en una granja del condado de Surrey, lo que generó temores de una posible propagación luego que la región había sido declarada libre de la enfermedad.

El nuevo brote se detectó en la granja de Milton Park, cerca de la localidad de Egham, a unos 10 kilómetros de la zona de control establecida en Surrey, informó Reynolds a cuatro días de que el gobierno británico declaró a esa región libre del flagelo.

El caso estaba siendo investigado en una granja a 48 kilómetros del lugar donde hubo un brote de esta enfermedad el pasado 3 de agosto. En esa ocasión varios ganados fueron sacrificados para evitar la propagación del mal.

Las autoridades siguen investigando y establecieron medidas nacionales, que incluyen la prohibición de trasladar ganado y el establecimiento de una zona de control alrededor de la granja, y ya se están efectuando los primeros sacrificios para evitar la propagación, dijo por su parte el Departamento de Asuntos Rurales y de Alimentos.

Entre otras medidas, las autoridades han colocado un círculo de protección de 10 kilómetros en la que prohibe en movimiento de reses, ovejas, cerdos y otros rumiantes en la zona afectada de Surrey, al norte de Londres.

"La erradicación de la fiebre aftosa es nuestra prioridad", dijo en un comunicado la jefe de veterinaria de Gran Bretaña, Debby Reynolds. Indicó que el caso de fiebre aftosa no había sido confirmado y que las autoridades aguardaban los resultados de los laboratorios.

El primer ministro Gordon Brown sostendrá una reunión de emergencia con su gabinete.

Los granjeros británicos han dicho que un nuevo brote podría ser catastrófico para una industria muy sacudida en la última década, con casos de fiebre aftosa y el mal de la vaca loca.

Mientras en Escocia, veterinarios investigan otro caso sospechoso de la enfermedad en un centro agrícola en Lanarkshire, donde una oveja es sometida a análisis después que mostró síntomas de la enfermedad.