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Tarifa eléctrica preferencial para pobres en Tabasco, anuncia Calderón

Protegido por un cerco policiaco que contuvo las manifestaciones en esta entidad, el presidente Felipe Calderón anunció una tarifa preferencial de energía eléctrica para los más pobres de la entidad y la condonación de adeudos, en busca de extinguir la resistencia civil que desde hace más de una década ha abanderado aquí el Partido de la Revolución Democrática (PRD) contra los cobros excesivos.

Crítico de los subsidios cuando era candidato presidencial, el michoacano también anunció que próximamente pondrá en marcha un programa nacional para reemplazar 160 mil refrigeradores y 43 mil equipos de aire acondicionado ineficientes con el fin de promover el ahorro de energía.

De gira por Tabasco y Guerrero, estados con fuerte presencia perredista, el Presidente buscó aplicar su filosofía de "rebasar por la izquierda" al asegurar que está tratando de combatir la pobreza "no sólo de palabras, sino con hechos" y sin distingos de partidos, colores ni religiones.

Por segunda vez en la semana visitó Tabasco, tierra de su ex contrincante Andrés Manuel López Obrador. El avión tardó una media hora en aterrizar debido a que había un banco de niebla.

En el trayecto a Tabasco –y después a Guerrero–, el diputado Gerardo Priego, aspirante a la dirigencia nacional panista, quien ha demandado que el gobierno federal sea neutral en ese proceso, aprovechó para conversar largo con el mandatario.

En Villahermosa, en el camino al Centro de Convenciones, Calderón pudo observar a grupos de perredistas y de la resistencia civil que protestaban por su presencia en la entidad; algunos incluso fueron dispersados por policías estatales para impedirles que se acercaran al área.

Adentro, el titular del Ejecutivo tuvo una recepción como de mitin partidista. Atestiguó la firma del Acuerdo Compensatorio del Servicio Eléctrico por el director de la Comisión Federal de Electricidad, Alfredo Elías Ayub, y el gobernador tabasqueño, Andrés Granier, una vez suscrito el documento, lo levantó en medio de aplausos y de gritos de "¡Sí se pudo, sí se pudo!"

El acuerdo consiste en el establecimiento de una tarifa preferencial para las familias que consuman menos de 500 kilovatios hora en verano y 450 en el resto del año; el pago por el gobierno estatal de la mitad de los adeudos, que ascienden a 3 mil millones de pesos, a cambio de que los usuarios cubran el resto en cinco años y sin intereses, y el compromiso de la Federación de invertir mil 550 millones de pesos en la modernización de infraestructura.

En alusión al movimiento encabezado por el PRD que ha demandado las tarifas preferenciales y el "borrón y cuenta nueva", Granier afirmó que ya pasó el tiempo de la resistencia, y advirtió que no permitirá que este proceso se contamine con intereses partidistas.

Lo anterior ocurre en una entidad en la que priístas y panistas hicieron mancuerna en busca de acabar el referido movimiento.

Lo dejó ver Gonzalo Focil Pérez, dirigente estatal del blanquiazul, que aseguró a medios locales que con esto se acaba una bandera política para el PRD.

En su afán de convencer a los tabasqueños de que cubran sus adeudos, Calderón retomó una frase de Benito Juárez para pedirles su cooperación. Mientras, Beatriz López expresó a nombre de los beneficiarios: "Yo estoy en resistencia civil porque no me alcanza para pagar, pero ahora con este apoyo, ¡claro que voy a pagar!"

La emocionada mujer terminó su discurso con prédicas religiosas: bendijo al priísta y al panista y agradeció al "creador del Universo por habernos regalado buenos gobernantes".

Los hijos del maiz
De ahí el Presidente voló a la montaña alta de Guerrero, corazón de la sierra Tlapaneca, donde puso en marcha el programa Mi Masa, consistente en la venta de harina de maíz fortificada (con vitamina A, zinc y ácido fólico) en las tiendas Diconsa, a cinco pesos el kilo. La meta es mejorar la situación de 15 por ciento de la población del país que está desnutrida.

Ante cientos de indígenas que deben viajar cinco horas por estrechas veredas para llegar a Chilpancingo, el gobernador perredista Zeferino Torreblanca reiteró su disposición a trabajar con Calderón a pesar que ambos militan en fuerzas políticas distintas.

En la misma tónica, el presidente municipal de Zapotitlán Tablas, el perredista Nicolás Villarino Paulino, advirtió que no están orgullosos de ser un pueblo marginado, porque "también los indígenas tenemos dignidad".

Satisfecho porque en ese municipio arrancó el nuevo programa, el edil exclamó: "Nosotros somos hijos del maiz, vamos a llamarle así", lo que dio pie a que Calderón después hiciera un juego de palabras: "bien lo dijo el alcalde; bueno, yo no sé si seamos todos hijos del maiz, pero sí somos hijos del maíz".

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